viernes, 15 de enero de 2016

La Historia de un Primer Amor

De mi parte todo comenzó con unos simples mensajes, con un simple “Hola, que haces?”. Mensaje que me parecía muy raro ya que nunca entablamos una conversación, y eso que ya nos conocíamos desde hace nueve meses.
Siempre lo trate como a cualquier “profesor” o más bien “instructor”, es decir, cortante y muy distante, pero al final del curso, se empezó a dar una amistad muy linda.
Les cuento como es el. Por empezar, supuestamente “nunca iba a salir con alguien mayor que yo”, el me lleva cuatro años, es morocho, un poco alto, su carácter es fuerte, es muy ingenioso y muy buena persona, le encanta dar su punto de vista de las cosas por más que pienses diferente a él. En fin, es muy interesante a la hora de hablar, siempre hay tema de conversación. También, sobre todo es muy terco, un celoso sin remedio y algo caprichoso (pero a veces me pregunto si eso solo lo hace conmigo, y me genera dudas).
Bueno, como decía, todo comenzó con unos mensajes, que llevo a una invitación a mi casa a “ayudarme” con un informe que debía presentar en la escuela. Al llegar a mi casa, aquella mañana, mientras yo pasaba toda la información en la compu, charlaba con él y su única ayuda fue cebarme un mate. Fue una charla muy amena y casual, hasta que me hizo una pregunta un poco rara para mi parecer. Me pregunto- ¿Ailen, te animarías a hacer alguna locura?-. Me pareció rara la pregunta, ya que no sabía a qué llevaría mi respuesta. Y a esta pregunta yo respondí, - Si, creo que si me animaría, soy de hacer locuras-. Obviamente habré sonado, súper segura, pero en el fondo me daba miedo, porque secretamente él siempre me gusto.
Luego por la tarde seguían los mensajes, todo muy casual, una conversación normal. Lo mismo por la noche, y me gustaba tanto que el me hablara y se interesara por mí. Se sentía bien.
Por qué dije eso? Bueno, yo soy el tipo de chica, que un hombre nunca se fijaría, no tengo lindo físico, y tampoco un buen carácter, soy muy seria, y también muy cerrada, no me gusta contar mis cosas, pero con él era diferente, muy diferente.
Al día siguiente, nos seguimos mandando mensajes, y prometió ir a verme en mi guardia. Como ya lo había esperado bastante, me fui a acostar un rato y justo llego el, me dio su mano para pararme de la cama y no sé cómo paso, pero le di un beso en el cuello (aseguro totalmente que no fue intencional, pero lo que él hizo si lo fue), y él me comió la boca de un beso. Un beso tan apasionado, que me saco el aliento, sentirlo tan varonil, tan seguro de sí mismo, me volvía loca. Fue el mejor beso, que me dieron en toda mi vida.
Ese beso me asombro tanto, que quede sentada en la cama, mirándolo. Él se sentó en la cama del frente y comenzó a charlarme. La verdad, no sé qué me habrá dicho, porque estaba tan anonadada (palabra que aprendí de él obvio), que pensaba solamente que había pasado?, que fue ese beso?, que era lo que yo sentía por el?, que sentía el por mi?, era un sueño?
Pasaron las horas y los mensajes continuaban, casuales, como con cualquier amigo, sin tocar el tema “el beso”.
Al otro día, volvió a mi casa, por la mañana. Obvio. Aprovechando que mi mama y mi papa trabajan, y que mi hermano no estaba.
Fue un día miércoles, desayunamos juntos y hablamos muchos temas. Estaba tan nerviosa que hablaba sin parar. Es que no sabía, si el beso que me dio fue un error, o si fue intencional, pero mucho más miedo, me daba el preguntar.
Me fascinaba, su manera de mirarme y escucharme con tanta atención. Desde ese momento, hablar con él y tener su consejo o su opinión, se volvió lo más importante para mí.
Creo que la atracción que sentimos en esos momentos, después de tanto hablar, y mirarnos fijamente a los ojos, ya nos iba a hacer explotar. Hasta que no aguantamos más.
Sus besos, son los más dulces, los más tiernos, los más fogosos, te encienden como una pequeña llama, hasta convertirse en un incendio incontrolable.
Era hermoso, poder verme con el, me sentía segura, sentía que por fin alguien me quería.
Todo lo que conté era tan perfecto, tan único, que me olvide completamente que el tenia novia.
Por primera vez sentí, un sentimiento tan único, que me hizo dejar de pensar en mi misma, y me hizo pensar en alguien más.
Me entregue por primera vez, a el, como una tonta, sin pensar en cómo me iba a enamorar, le di todo. Hasta el día de hoy, reconozco que el tiene en su mano derecha, mi corazón y en su mano izquierda mi alma.
Le di lo mas importante que puede poseer una mujer, a el. Le di todo. En ese momento, al escuchar cuando me decía, que este tranquila que me iba a esperar hasta que este lista, me sentía tan segura. Me sentía segura en sus brazos.
Esa fue la primera vez, que le dije “te amo”. El primer, te amo, que le dije a otra persona que no fuera mi madre.
Y yo sabia que tenia novia.
Era como entrar y salir de la realidad. Era horrible.
Pasaron los meses, y seguíamos en la misma situación, nos seguíamos viendo, seguíamos durmiendo juntos, el seguía engañando a su novia, el me llevo a su casa como una amiga, pero terminaba durmiendo en esa casa.
Cada mez que pasaba se volvió, en el dolor mas grande que podía pasar. Era un dolor incomprensible, inimaginable.
Y todo eso, porque? Porque, me enamore perdidamente de el, no fue mi intención, fue un error. El error mas hermoso y doloroso que cometi. No me arrepiento, pero el dolor que siento hasta el dia de hoy, me mata lentamente, es un cáncer que llevo en mi corazón.
Mi situación era asi. Mientras el me “hacia el amor” (porque según el, hacíamos eso, no es que simplemente teníamos sexo, me decía que me hacia el amor), yo lloraba, trataba de tapar mis lágrimas con la oscuridad de la habitación y cuando me preguntaba si todo estaba bien, yo le decía que sí. Era lo más patético que podía hacer, me sentía tan mal, pero lo seguía haciendo.

Es tan triste que una mujer como yo, aparentando ser tan fuerte como un toro, se deje usar asi. Y todo eso pasaba, porque me enamore.

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